Mis deberes caminan por mi canto: soy y no soy: ése es mi destino. No soy si no acompaño los dolores de los que sufren: son dolores míos. Porque no puedo ser sin ser de todos, de todos los callados y oprimidos, vengo del pueblo y canto para el pueblo: mi poesía es cántico y castigo. Me dicen: perteneces a la sombra. Tal vez, tal vez, pero a la luz del camino. Soy el hombre del pan y del pescado y no me encontrarán entre los libros, sino con las mujeres y los hombres: ellos me han enseñado el infinito. «Hay poetas de la síntesis, del extracto. Neruda es, por excelencia, el poeta acumulativo que agrega a su pirámide escalón tras escalón.